Rubalcaba sigue manejando los remos, pero me temo que se los van a quitar de un manotazo. El daño que este secretario general de los socialistas está haciendo a su partido, seguramente, de forma no consciente, va a ser irreparable en bastantes lustros.
Tras la debacle electoral del domingo, Rubalcaba no podía haber hecho otra cosa que marcharse. Lo ha hecho en diferido y no sé si con simulación, pero "váyase ya Sr. Rubalcaba".
Convocar ahora un Congreso Extraordinario es lo menos que podía hacer, despues de haber perdido 15 puntos y 7 diputados en el Parlamento Europeo, pero no es la solución express que necesitan los socialistas si es que quieren levantar cabeza. Los sectores más jóvenes y renovadores del partido están pidiendo adelantar el proceso de primarias y que fuera abierto y sin limitaciones, pero la estrategia bien calculada, de la que Rubalcaba es un maestro, le ha llevado a convocar un Congreso que maneja el grupo dirigente, "por si estos jóvenes locos arruinan el Partido". El caso es seguir gobernando la nave, aunque sea a ninguna parte. El Psoe, necesita, ha necesitado ya desde hace tiempo, no solo caras nuevas, sino alguien que de verdad salga y con las agallas necesarias diga y reconozca sin paliativos, lo mal que se ha hecho, los errores catatróficos de Zapatero y la inutilidad de la marcha errática de Rubalcaba durante los dos últimos años y además tenga un programa claro, conciso y directo a los problemas. Lo demás son tics del aparato de siempre, y pérdidas de tiempo.