Mari Trini, la entrevista que le supo a poco
Ahora que se vuelve a hablar de ella con los programas que le ha dedicado RTVE, el Imprescindibles de la 2 y Documentos RNE, me he acordado de aquello: Era yo un pipiolo (vaya palabra viejuna) con 22 años, cuando con mi magnétofono de cassette y mi R-5 me dirigía a la carretera del Plantio donde vivía la cantautora ya convertida en primera e idolatrada figura
Mari Trini en 1977
Ahora que se vuelve a hablar de ella con los programas que le ha dedicado RTVE, el Imprescindibles de la 2 y Documentos RNE, me he acordado de aquello: Era yo un pipiolo (vaya palabra viejuna) con 22 años, cuando con mi magnétofono de cassette y mi R-5 me dirigía a la carretera del Plantio donde vivía la cantautora ya convertida en primera e idolatrada figura. A la altura de la curva del Vicente Calderon (hoy hecho añicos) con la M-30: zas! Pinchazo! ...nada grave. Manos a la obra. Gato y poco de fuerza para cambiar la rueda. ¡Que nervios!. Mari Trini esperándome y yo con la manos de grasa.
Lo cierto es que la buena costumbre de salir hacia las citas con antelación hizo su buen efecto y apenas llegué tarde unos minutos. Era un chalet modernista , hoy tristemente abatido por el progreso constructivo.
En el sótano tenía la murciana su estudio de ensayo y en la planta baja un imponente salón con sofá de señora rica de los que hacen esquina . Mis nervios continuaron, pero 5, 4, 3, 2, 1 ...grabando. Entrevista de chico en practicas que no quedó mal, aunque ella se sorprendió por lo corta que se le hizo. Bueno, fueron 3 minutos y medio intensos, sobre todo porque en un momento dado, la mujer me cogió la mano en un gesto de ternura al que no estaba acostumbrado. ¡Glub!...