El Gobierno del PP parece haber aprendido la lección. Frente a actuaciones tan indignas como la que se tuvo con los militares muertos en el accidente del yak-42, esta vez Mariano Rajoy, acompañado por la Ministra de Defensa Maria Dolores de Cospedad, ha recibido la llegada de los restos de otro español muerto en el exterior, Ignacio Echeverria, asesinado por los terroristas islamicos en Londres.
El ejecutivo ha sabido estar a la altura, rechazando la actuación inadmisible de las autoridades británicas por sus retrasos en ofrecer noticias del paradero del joven español. Los ministros de Exteriores e Interior estuvieron en su papel plantando cara al gobierno de la Sra. May y caificando de inhumana su actuación ante a una víctima del terrorismo que además tuvo un comportamiento fuera de lo común por su valentía y arrojo ante los assesinos. Merecida la Gran Cruz de la Orden del Mérito Civil y ejemplar el homenaje de los ciudadanos al joven héroe que sin duda evitó la muerte de otras personas al enfrentarse a los terroristas. Reconfortante.