Se consumó el golpe con sus conspiradores, sus tensiones, sus esperpentos y sus intoxicaciones durante las horas que duró ( 16 , practicamente las mismas que el del 23-F, por cierto). Aunque salvando las distancias, este pronunciamiento andaluz ha tenido a González como detonante, a Diaz como muñidora y a Pradas como ejecutor. Después de que Pedro Sánchez ayudara con sus errores y su empecinamiento por permanecer, a deteriorar la situación, finalmente los fuertes poderes ocultos del aparato que aún tienen escondidos los espíritus de Felipe y sus conexiones con otras fuerzas de decisión ajenas a la política y a la voluntad soberana, hicieron el resto.
Y ¿ahora qué? Es de común creencia que todo esto conducirá a una abstención suficiente para que gobierne Rajoy si el PSOE modifica la que sigue siendo su actual posición, NO al PP, por una abstención a cambio de concesiones políticas.
La cuestión es si estará Rajoy dispuesto ahora a hacer concesiones a cambio de abstención, o le será mas rentable provocar unas nueva elecciones con un Psoe destrozado y sin candidato. Nada más caer Pedro Sánchez ya se ha filtrado desde Génova, que no basta con permitir la investidura, sino que exigirán a los socialistas garantias de gobernabilidad. Veremos en los próximos dias.