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La radio en conserva y la radio conservadora

Los análisis sobre el descenso de la audiencia de la radio en España, sobre el envejecimiento de sus seguidores empiezan a ser redundantes. Parece bastante claro que la radio que se sigue haciendo es la que satisface a una audiencia residual que no es eterna y que hay que buscar alternativas arriesgadas para mostrar a las nuevas generaciones un viejo medio que sí debe y puede ser eterno.
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Guillermo Orduna- 17-12-24

Según la última oleada del Estudio General de Medios, el número de oyentes de la radio va a menos y vive de una audiencia envejecida. Esto no es novedad. Es la tendencia de hace ya tiempo. Pero, ¿qué han hecho los ejecutivos y programadores de nuestras cadenas de radio para cambiar el rumbo que nos lleva al naufragio?
Más allá de las noticias propagandísticas que cada vez que sale el EGM distribuyen los Gabinetes de Comunicación de las emisoras, con titulares como “La radio que más sube” , “La radio líder de audiencia”, “La única que no pierde oyentes”. Más allá de esa estúpida práctica de buscar el dato que nos permita un titular positivo aunque seamos los últimos, hay que fijarse en algunos porcentajes y números que sí que nos dibujan el panorama de la radio actual en España, y lo que es más importante, su futuro.
Gorka Zumeta, estudioso incansable del medio, analiza en su web algunos aspectos del Estudio General de Medios del último trimestre de 2024:
"Descenso continuado del tiempo de escucha de la radio en España, que no para de bajar audiencia neta de la radio, que esta última ola ha situado en 23.826.000 oyentes, lo que en porcentaje de penetración equivale a un 56,6 por ciento de la población en española osea, más de la mitad de los españoles de más de catorce años escuchan la radio todos los días."
Hay algún dato desconcertante, que quizá refuerza la sospecha de que la fiabilidad del EGM, es cuestionable. Por ejemplo que la audiencia de la OM aumente, lo que técnicamente supone mantener este sistema de transmisión desaparecido ya del éter en otros países europeos.
Otros datos de interés que recoge Zumeta: "el consumo de radio se reduce en cinco minutos diarios, de acuerdo con el siguiente reparto: -4 minutos en la generalista y -2 minutos en la radio musical. No son buenos datos para el mercado, porque incrementan los 10-13 minutos de descenso acumulado en la última década, un dato muy importante, y desde luego, negativo. Un 60 por ciento de la audiencia en España cuenta con un target de edad comprendido entre los 35 y más de 75 años."
Así pues, el envejecimiento de la audiencia y su extinción física no está muy lejos, y con ella ¿La extinción del medio? Sería la conclusión más lógica, pero también la más dramática, así que vamos a ser positivos y a llamar una vez más a la creatividad, para que innove y saque al medio de su crisis ya inocultable. No hace mucho me pronuncié a favor de la apuesta que hizo RNE incorporando a un equipo joven al programa del prime time radiofónico, es decir al que va de 10 a 13 horas, con “Mañana más “ y Angel Carmona. También dije que era una apuesta que había que ir remodelando para no espantar a ningún sector de la audiencia e ir ganando para la escucha otros tramos de edad. Como la experiencia no ha dado resultados en el EGM, los responsables actuales de la radio estatal han decido dar marcha atrás y colocar en la antena a un periodista de indudable solvencia, pero de 70 años de edad, y a una presentadora magnífica pero que no es la voz y el estilo que los potenciales oyentes más jóvenes, esperan encontrar en una radio que han descubierto a través del podcast. No sirve pensar que como la audiencia de la radio es vieja y tiene poder adquisitivo, hay que seguir ofreciendo el mismo producto radiofónico de siempre hasta que fallezca. ¿Y luego qué? Luego será tarde: ¿quién acerca a los que no se van a morir de momento, es decir a los jóvenes, a la escucha de la radio, sea por el altavoz de una radio o vía online?
Al calor de las celebraciones del centenario de la radio, he oído decir estos días a los propios profesionales que presentan los grandes magacines de la mañana o la tarde en las cadenas de mayor audiencia, y a los más prestigiosos estudiosos del medio, que básicamente, se está haciendo la misma radio que se puso en antena hace decenios.
El futuro está en el audio bajo demanda, dicen todos los expertos. No lo dudo, pero la radio real, lineal, la que se transmite en directo y en la que emisor y receptor están simultáneamente celebrando el rito de la comunicación, no debe morir. El audio bajo demanda no deja de ser la radio en conserva que hemos tenido siempre; que ha sido redescubierta y reorientada ahora, y que ha permitido acercar al consumo del audio a una masa inimaginable de oyentes. Todos ellos son potenciales consumidores de la radio en directo. No los dejemos escapar con una radio conservadora.

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