
"Había mucha censura. Teníamos que tener mucho cuidado"


Carmen Mendoza, decana de la radio
Carmen Mendoza ha cumplido 100 años en este 2024 que termina, como la radio española a la que dedicó gran parte de su vida, y que tuvo que abandonar bastante dolida, cuando en los años 70 los programas de ficción, de concursos y espacios cara al público, quedaron arrasados por la nueva radio informativa.
Carmen es, seguramente, la profesional viva de radio de más edad, y recuerda con plena lucidez sus años de trabajo, aunque a veces la memoria no le deja aflorar con rapidez algunos nombres.
Por su labor fue reconocida con el galardón más importante en el medio, el Premio Ondas en 1966 como mejor Locutora, y diez años más tarde con la Antena de Oro.
GUILLERMO ORDUNA - 2024
Estudió en Madrid en el Colegio Pablo Iglesias. A los 12 años, mientras veraneaba con sus padres en El Espinar, estalló la guerra. Se refugiaron en Sevilla, en casa de su tío, pensando que “la cosa iba a ser de pocos días. Al final fueron tres años”, me cuenta Carmen mientras sus ojos se empiezan a humedecer.
En la capital andaluza cursó estudios en el Instituto, y pasó toda la guerra. De vuelta a Madrid su hermano cayó enfermo y se tuvo que buscar un trabajo de secretaria de un catedrático, a la vez que sigue estudios de declamación en el Conservatorio para ser actriz, que era su pasión. Se veía trabajando sobre un escenario, pero al final su camino fue el de la radio, donde ingresó a los 22 años.

Carmen Mendoza en los estudios de Radio Madrid
"Todos los artistas y cantantes estaban deseosos de pasar por la radio"
"A los nuevos periodistas lo que pido es que digáis la verdad"
"Tuve que elegir entre locutora y actriz: No podía interpretar a la Virgen y a la vez anunciar braguitas de El Corte Inglés"
-- ¿Cómo fueron los comienzos en aquella radio del año 46?
-- Un profesor del Conservatorio me dijo que había un concurso llamado Tu carrera es la radio, en Radio Madrid. Me presenté, gané plaza , y allí me quedé para siempre. Empecé como actriz del Cuadro de Actores , haciendo novelas con Guillermo Sautier Casaseca. También entraron entonces Vicente Marco que fue el creador de Carrusel Deportivo y gran narrador. Trabajé con Juana Ginzo, la célebre Ama Rosa, el serial más famoso. Ella, junto con Matilde Conesa han sido las mejores actrices de radio que ha habido nunca. Y con ellas trabajé: hicimos Lo que nunca muere con Pedro Pablo Ayuso que era el galán de la la época. La vida se paralizaba a las 5 de la tarde cuando se emitían aquellos programas. Yo normalmente hacía de chica buena, pero en un momento dado, Sautier Casaseca, me puso de protagonista haciendo de mala. Fue un fracaso. Nadie se creyó mi personaje.

Carmen Mendoza, Juana Ginzo. Pedro Pablo Ayuso
-- Sin embargo pronto tu carrera giró hacia la presentación de programas, entonces muchos cara al público ¿Por qué?
-- Me surgió ser la locutora de unos grandes almacenes. Hacía toda la publicidad de ellos y a la vez interpretaba papeles en los programa dramáticos. Y entonces me dijeron que no rimaba mucho (sic), hacer papeles como el de la Virgen Santísima, por ejemplo, y al mismo tiempo ofreciese braguitas de El Corte Inglés. Tenía que elegir entre ser locutora o actriz. Entonces, por consejo del gran maestro Antonio Calderón, decidí quedarme solo de locutora. Y empecé a trabajar en los programas de entonces, que se hacían cara al público y venía mucha gente todos los días a la radio. Trabajé con José Luis Pécker, que fue uno de los presentadores más célebres junto con Joaquín Prat, que luego se fueron a la televisión a hacer los famosos concursos, como Un millón para el mejor . Y También tuve la suerte de trabajar con Bobby Deglané…
-- ¿Qué hiciste junto a Bobby Deglané?
-- Estuve en Cabalgata Fin de Semana, el gran programa de variedades semanal, por donde pasaban todas los personajes del momento. Recuerdo a Joséphine Baker, Salvador Dalí, y muchos otros. En ese programa yo era la encargada de leer los poemas que enviaba la gente. Recuerdo que Bobby Deglané nos ponía nombrecitos a todos, y a mi me puso “la voz dulce de la radio”.
Pero con el que más trabajé fue con Juan de Toro, valenciano, muy alegre y muy buen compañero con quien hacíamos toda la mañana de programa, desde las diez hasta la una. Había concursos de cantantes nobeles; teníamos público, orquesta con piano y todo en el estudio y muchas actuaciones en vivo: Y como no había televisión todas las actrices y todos los cantantes estaban deseando ir a la radio porque sus nombres sonaban mucho más.
- --¿Recuerdas algún invitado especial al programa?
--Fueron muchos. Carmen Sevilla por ejemplo venía con frecuencia. Era una mujer arrolladora y simpática pero casi nunca se acordaba de nuestros nombres, aunque derrochaba cariño y siempre cantaba algo en directo. También venía Doña Concha Piquer, aunque era más seria, imponía más...
En fin , todos los cantantes de entonces. Te estoy hablado de los 50 y los 60: Antonio Machín con sus maracas, Los Panchos. Tengo fotos con todos. Mira, con Romy Scheneider, que era ya famosísima en España por haber hecho Sissí Emperatriz. Se colapsó la Gran Vía cuando vino en el 57.

Carmen con Romy Scheneider en 1957
-- ¿Ahora escuchas la radio?
…. Mmmmm, sí …. Escucho la Cope, por la mañana. (ríe...)
--¿Por qué?
-- Porque me gusta mucho el presentador, Carlos Herrera.
--Te voy a poner una grabación para que la escuches. Es un programa tuyo de hace casi 60 años, de 1966, “Vacaciones en España”. (Carmen escucha atentamente pero con cara de extrañeza, mientras oye su voz)
CARMEN: La Cadena SER, presenta… Vacaciones en España…
LOCUTOR: Reportaje al verano 1966.
CARMEN: Quince millones de extranjeros y quince millones de españoles, protagonistas de nuestro programa...
...Sea amable con el turista. Una información una frase amable, una sonrisa...”
-- No me reconozco . Ni oyéndome, de cómo yo me oía, vamos. Te oyes con una voz completamente distinta, y muchas veces no te gusta cómo lo has dicho, pensabas que has puesto más fuerza o menos fuerza y te choca mucho.
"El guion pasaba por censura, nos lo devolvían y de eso no podíamos salirnos . Como había público, a veces hacíamos gestos o utilizábamos la doble intención"
¿Cómo se preparaban los programas en aquellos años?
-- A no ser un programa de concurso, no leíamos previamente los guiones. Cuando hacíamos el Teatro del Aire, sí, hacíamos una o dos lecturas antes; si no, improvisábamos, pero teníamos que tener guion porque había censura y muchas cosas que no podíamos tocar. Entonces el guion pasaba por censura, nos lo devolvían y de eso no podíamos salirnos . Como había público, a veces hacíamos gestos o utilizábamos la doble intención, pero teníamos que tener mucho cuidado. ¡Había mucha censura!
De todo lo que hiciste en la radio ¿cual es el mejor recuerdo?
-- Pues cuando hice el papel de la Virgen María en el Rosario en Familia con el Padre Peyton, tambien puse la voz en La Seora de Fátima, la película que hizo Rafael Gil en el 51. Eso lo recuerdo con cariño. Y también un programa de noche, La hora de las Estrellas se llamaba y recuerdo que eran unos textos muy bonitos y relajantes que escribía Cayetano Luca de Tena.

Con Carmen Sevilla y el presentador José Manuel Vilar
-- También conociste a Antonio Calderón considerado uno de los mayores creadores de la radio.
-- Sí, era el director del Cuadro de Actores, el que me dio el visto bueno para entrar. Escribía guiones, fue locutor también y creador de muchos programas, hasta de Hora 25 , que sigue hoy día. Pero sobre todo, un extraordinario director. ¡Era un gran maestro!
-- Después de tantos años ¿cómo ves ahora la profesión de la radio y el periodismo en general, y qué les dirías de tu experiencia a los jóvenes que quieren trabajar en la comunicación?
-- Es muy difícil, porque ha cambiado mucho todo. Antes éramos un poco más actores, interpretábamos. Ahora estáis narrando lo que veis. Lo que aconsejo es que los nuevos profesionales seáis naturales, y que digáis lo que creéis que es la verdad.

Contemplando sus premios, el Ondas y la Antena de Oro.
-- Carmen ha mantenido el brillo de sus ojos durante toda nuestra charla, entre la emoción y la nostalgia, y también cierta desazón, porque hubiera querido seguir trabajando después de la llegada de la radio informativa que prescindió de muchos profesionales y eliminó todos los programas de espectáculo y de ficción.
Al final le pregunto: de tus cien años de vida ¿qué ha sido lo mejor?
La familia que tengo, la familia de la que estoy rodeada, porque por lo demás no he tenido mucha suerte. (respira hondo) ... Porque no he tenido grandes amores. (ríe)
-- ¿Y te hubiera gustado ?
-- Pues sí, la verdad que sí.