Después del insólito rechazo de Rajoy a la propuesta del Rey de formar gobierno, nos encontramos en la antesala de un limbo institucional del que nadie parece querer salir. Se nota nuestra nula experiencia en articular gobiernos, que no sean de mayorías claras y creo que se están produciendo un cúmulo de errores desde la actuación de la Casa del Rey hasta el último partido. Los redactores de la Constitución no se esforzaron demasiado en la redacción del famoso artículo 99 y pecaron de parcos en una cuestión de vital importancia para la gobernabilidad de España: El mencionado artículo solo dice "el Rey, previa consulta con los representantes designados por los grupos políticos con representación parlamentaria, y a través del Presidente del Congreso, propondrá un candidato a la Presidencia del Gobierno" ... y "que el candidato propuesto expondrá ante el Congreso de los Diputados el programa político del Gobierno que pretenda formar y solicitará la confianza de la Cámara". No da otra opción. No contempla como optativo el sometimiento a la investidura una vez que ha sido propuesta por el Jefe del Estado: primer error, por tanto, del Presidente en funciones o del nuevo Rey. O de ambos. No debería haberle hecho el encargo, una vez comprobado que no tenía apoyos. Segunda cuestión: de igual manera que el Rey comprobó esa ausencia de socios de Mariano Rajoy, pudo constatar las posibilidades de Pedro Sánchez, y por tanto a renglón seguido, haberle hecho el encargo de buscar un gobierno. Un encargo que pudiera ser rechazado una vez que el propuesto no encuentra los apoyos, que perecía tener. Así ocurre en el país más bregado en estas lides de gobiernos compartidos: en Italia el encargo de formar gobierno, se acepta siempre con reservas, y unas veces sale adelante y otras no. Lo que parece claro es que es después de que los partidos dialoguen, discutan propuestas de acuerdo y programas de gobierno, cuando el Jefe del Estado hace consultas y seguidamente decide a quien proponer encabezar un ejecutivo para que siga negociánsolo. Nada de esto se ha cumplido aquí. El PP y Ciudadanos anuncian ahora entablar diálogo pero ¡para después de que concluya la segunda ronda de consultas del Rey! Debería ser al contrario, apresurarse a buscar puntos de acuerdo para llevárselos al monarca a sus consultas. Nadie ha hecho verdaderas propuestas de gobierno, más allá de golpes de efecto y desafíos. Muy al contrario solo se han planteado condiciones y vetos, como el de Ciudadanos anunciando que a lo sumo darán la abstención a PP o PSOE para permitirle gobernar y nunca en un proyecto en el que esté Podemos. El PSOE ha anunciado su no a cualquier gobierno en el que esté el PP y el PP es difícil que se abstenga para que gobierne el segundo partido más votado. Tampoco el tercero -Podemos- va a dejar que gobierne el PSOE si no están ellos dentro para controlar. Pero todo esto que expongo ya se sabía hace una semana y dos. Nada sustancial ha cambiado desde la espantada de Rajoy. ¿Para qué -entonces- una Segunda Ronda? ¿Para encargar el gobierno a otro candidato? ¿Con los mismos datos y posiciones que ya conocíamos todos y el primero el Rey? ¿Para qué segunda Ronda?
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