Tomás Gómez me ha parecido siempre un lastre y el peor candidato para vencer al PP en la Comunidad de Madrid. Debería haber sido más honesto y haber cedido las riendas del PSOE de Madrid, hace mucho tiempo. Pero la resolución al problema por parte del Secretario General, Pedro Sánchez, me parece un ejercicio de autoritarismo y navajeo político inaceptable y que hace mucho tiempo no vivíamos.
Esta destitución, como noticia impactante, ha sido uno de los asuntos que ha despertado de manera inmediata gran expectación, por lo que supone o puede suponer, no solo para los socialistas madrileños, sino para todo el Partido Socialista, atrapado como tantas veces en una encarnizada lucha de poder, mientras vive uno de sus momentos más bajos en sus 130 años de historia.
Y mientras esto sucede, EL PAIS nos brinda uno de los ejemplos más claros - dignos de ser estudiado en las escuelas de Periodismo- de lo que es una información al servicio de intereses políticos concretos: Es decir una información que no reúne las mínimas exigencias, de imparcialidad, ni de honestidad, ni de profesionalidad. Mientras el conflicto en el seno del PSOE está estallando, el diario del Grupo Prisa, titula a las pocas horas: "Sánchez se fortalece y el PSOE sube al primer puesto en Madrid". El diario ya ha llegado a la conclusión inmediata de claro interés político en este conflicto cuyas consecuencias son difíciles de calibrar para los más avezados observadores; y lo hace apoyándose en una insólita y precipitada encuesta, según la cual los socialistas se colocan los primeros en expectativa de voto en la Comunidad de Madrid, sin tener decidido un candidato. ¿Alguien puede creerse que esto no es más que una insultante manipulación? EL País lo tiene claro desde el principio. Ya hace días abrió el camino al servicio del PSOE, con una información descaradamente forzada que titulaba "El PSOE, preocupado por las pesquisas que afectan a su líder en Madrid" ; y al minuto de producirse el anuncio de destitución de la ejecutiva del PSM ya subrayaba en su edición digital que los "barones" y federaciones socialistas apoyaban la insólita actuación de Pedro Sánchez, cuando la "gran lideresa andaluza" ni siquiera se había pronunciado. El País, ha sido la pata periodística del golpe. Susana Díaz no tenía información de lo que había estallado en Madrid, y eso que se aseguraba desde Ferraz que se había consultado a las distintas federaciones, antes de tomar la drástica decisión de fulminar a Tomas Gómez. ¿Se les olvidó consultar a la poderosa Presidenta de la Junta de Andalucía?
Maquinación, sorpresa, mentiras, búsqueda de apoyos: Todo los ingredientes de un golpe de mano.
Mucho más digna de respeto, es la posición, también desde Prisa, de Iñaki Gabilondo, que terminaba su comentario diario, después de pintar la situación desastrosa de división en que se encuentra el Partido Socialista, diciendo: "Yo solo veo [en el PSOE] desunión y desorientación: ¿Qué persona inteligente querría meter su cabeza en la boca de este lobo ? " : Consejo de hermano.